jueves, 20 de diciembre de 2012

Recuerdo por siempre.



Cuando la presencia se va, los recuerdos quedan.
La esencia permanece siempre en los espacios habitados...
Transparente pero con volumen y olor característico...

El ser cambia, deja el cuerpo
y se convierte entre lágrimas en alma libre.
Esa alma guardada en el estuche del cuerpo:
que se nutre de fe y alegrías...
Que se debilita con culpas y pecados..

Esa alma abandona el cuerpo cuando le es debido.
Pero no se va...
No se va nunca...
Pues queda en el recuerdo.

Aún cuando el tiempo pase...
Cuando las flores ya hayan marchitado...
Aún cuando los espacios se llenen de cuerpos nuevos...
Cuando las lágrimas ya no broten,
el recuerdo permanece, por siempre.





Dedicado a todos quienes han 'perdido' un ser querido...
-No es una pérdida lo que han tenido sino una ganancia, un nuevo guardian en el cielo-
En especial a Cristina Arispe y su familia.

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