sábado, 22 de diciembre de 2012

"Estamos hechos de historias".



Ante mis ojos esta frase se ha planteado con frecuencia durante esta semana que termina...
Próxima a las celebraciones decembrinas se me ocurre pensar que esas pequeñas y grandes
historias diarias -desde la más placentera hasta la más dolorosa- son los átomos que
nos conforman, son el reflejo de esos seres particulares que somos... 
Que hemos venido siendo, cambiantes como la cultura que nos rodea.

Cada día despertamos convencidos -o quizás no por completo- de lo que somos,
lo que fuimos, lo que -con sueños y esfuerzos- seremos y lo más importante: de lo que hacemos.
Ese transito entre lo que eramos y lo que somos.
El hacer se plantea como única forma de aprendizaje, de cambio... De transformación.

Del hacer están llenos los días del individuo.
De estas acciones dependerá el futuro,
luego de ser analizadas en un pasado.
En tiempos cercanos nos definimos en esencia, en presencia.
Aunque ese hacer sea solo quedarse en casa descansando,
de ese descanso dependerán las acciones próximas... 
Una red de causas y efectos que no flaquea en su propósito de hacernos entender
que la vida no es tan difícil si eres consciente de los efectos que producen tus actos.

A mi parecer lo difícil es decidir en el presente.


Ni analizar ni realizar me parece tan arriesgado como decidir

-sobre todo si es bajo la sentenciante mirada de otro ser-.
Y lo sé: mea culpa por la inseguridad de mis actos.

Agraciado usted si es que no le tiembla siquiera la mano al decidir

o al exponer su decisión ante una docena de personas expectantes...
Pero si he de hablar de mi, el decidir bajo presión se ha vuelto
un hecho totalmente engorroso
Pues si de una decisión puede depender mi futuro,
mi vida como ser social-pensante... No se debe tomar tan a la ligera.

Pero fuera de esto, mi interés en referirme a las decisiones

es su indestructible nexo con nuestras historias
por más engorrosas que resulten son paso fundamental 
para comenzar a escribir las más bellas historias, las nuestras.

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